miércoles, 30 de julio de 2008

EL GATOPARDO

Me da en la nariz que no ha sabido salir de ésta sino a su modo. Tan lejos llegó en sus negociaciones con Luis Castel que se sintió acorralado y tuvo miedo. Ante la afición, ilusionada aunque sólo fuera porque se iba él, no podía dar marcha atrás. Pero no quería vender. Ni ha vendido todavía ni, me temo, venderá jamás esas acciones que le permiten manosear el Betis, aunque sólo lo que el Betis, muy por encima de él, se deja manosear. Y se inventó el grupo B, o lo promocionó. Y luego le llamó BSport. Y ahora proclama que ha dado un primer paso para la cacareada venta, justo doce horas antes de tener cita en una notaría para venderle, de verdad, su parte del Betis a Castel. ¡Qué casualidad! El guión se asemeja al de otras veces: la enésima huida hacia adelante. Su descrédito y sus despiadadas mentiras han convertido al beticismo y al mundo del fútbol en un ejército de tomases que no creerá hasta que no meta el dedo por mucha oficialidad que dé a sus anuncios y por más cobertura que éstos alcancen.
En principio, gana tiempo. Y lo fía para el 4 de octubre, cuando el equipo ya haya escalado su particular Tourmalet liguero. Veremos qué pasa entonces. De momento, dos meses de margen en la eterna huida hacia adelante.
"Algo debe cambiar para que todo siga igual", debe pensar este particular gatopardo de El Fontanal, incapaz de acabar con el Betis pese a lo que lo maltrata.

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