jueves, 25 de septiembre de 2008

LA TRAMPA DEL BARÇA

No es fácil jugar contra el Barça. El equipo azulgrana es de los que poseen mil maneras de matarte y, además, utiliza como nadie la trampa de los extremos en el Camp Nou. Allí acuden los equipos obsesionados en acumular hombres por el medio para cortocircuitar a Xavi y todas las conexiones que éste permite en la frontal. Total, como el Barça juega sin extremos...
Pero ésa es la gran mentira del fútbol barcelonista, el matiz que mejor aprovechan los de Guardiola en favor de sus intereses. Messi e Iniesta no son extremos, pero el vértigo azulgrana comienza en ellos, cuando están muy cerca de la cal. Luego, tirarán para el interior con el regate o buscarán una pared para progresar, pero si enfrente tienen un 4-2-3-1 ó similar del rival siempre estarán en ventaja, sobre todo el argentino, al que Daniel Alves le aclara más el camino de lo que se lo hacen a Iniesta. Los laterales rivales tendrán difícil recibir ayudas: su equipo está armado para defender por dentro, no en los costados.
El Betis salió al Camp Nou con dos extremos y en la segunda parte Chaparro cambió el planteamiento. Entre la obligación y la devoción, Monzón y Damià, dos laterales (más largos o más cortos), doblaron en las bandas a Nelson y Fernando Vega. Habían relevado a hombres de ataque como Mark González y Emana. Con Mehmet Aurelio y Capi le bastó por el medio. Y arriba, dos delanteros. 4-4-2 puro y duro y más bien defensivo. El Betis llegó más arriba, y además ganó las bandas, y frenó al Barça. A Messi e Iniesta apenas les llegó el balón. No le fue suficiente para ganar, pero sí para saberse un equipo bueno y versátil. Y es que los corsés nunca debieron existir en el fútbol. No hay un partido igual a otro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde aquí quiero enviar mi felicitación a Don Manuel por el éxito de su intervención y todo mi apoyo para que vuelva cuanto antes a ponerse al frente de nuestro barco.

EL BETIS ES NUESTRA RELIGION, DON MANUEL NUESTRO DIOS Y CHAPARRO SU PROFETA.

Anónimo dijo...

No son iguales todos los partidos. Por eso es bueno disponer de jugadores y entrenador que hagan posible esa versatilidad necesaria. Hasta ahí todos de acuerdo. Ahora bien, y me refiero al partido contra el Barça, ¿sabía o no Chaparro del uso de los falsos extremos en el Barcelona? Fue elogiable que el entrenador rectificara en la segunda parte, pero, ¿no se pudo hacer desde el principio?, ¿qué le impidió plantear un 4-4-2 de inicio?
¿Qué crees?

Migué.

Meridona dijo...

Quizá esperaba más ayuda de los extremos, léase Mark González, y se vio traicionado. Aunque, sí, debió haber planteado el partido con un 4-4-2 desde el principio. Pero eso lo vemos nosotros a toro pasado...